La forma de prepararse ante los cambios del proceso
educativo, va de la mano con el estilo de administración que los directivos
posean, estos estilos van desde el que acepta el cambio con total conformidad
(resignado), pasando por el que reacciona en su contra (opositor) o trata de
aprovecharlo (cooperador) y hasta el que trata de producirlo (provocador).
Según Ackoff (1999), se pueden identificar cuatro estilos administrativos:
Características generales de las actitudes hacia la administración
Las primeras tres actitudes asumen
la idea de cambio como algo externo, difícil de controlar; y adicionalmente
cada una de estas ubica su campo de acción, en alguno de los tres posibles
estados generales en que podemos dividir el tiempo: pasado para la reactiva,
presente para la inactiva y futuro para la preactiva. A diferencia de éstas, la
interactiva asume una posición en la que
el cambio sucede por la influencia directa del actor, es decir, el cambio no se
da, el cambio se crea; de igual forma esta
actitud no limita su visión a uno de los tres estados generales del
tiempo, sino que intenta aprovechar elementos de los tres para imaginar el ideal
que se quiere alcanzar y para establecer los cambios necesarios para lograrlo.
Características generales de las actitudes hacia la administración
Actitud/
Característica
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Inactiva
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Reactiva
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preactiva
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Interactiva
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Misión
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“Ir con la marea”
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“Ir en contra de la marea”
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“Ir delante de la marea”
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“Encauzar la marea”
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Visión
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“Las cosas están y seguirán bien”
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“Todo pasado fue mejor”
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“El futuro siempre será mejor”
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“El futuro se puede hacer mejor
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Acción Frente al Cambio
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Aceptación
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Resistencia
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Aprovechamiento
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Control
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Cultura Organizacional
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Conservación
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Supervivencia
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Crecimiento
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Autonomía
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